el proyecto
"Deja que los niños sean auténticos, que se muevan, que sientan como se mueven, valorándolos por lo que son".
Magda Gerber
El proyecto educativo
Teepee es un espacio que acoge a niños entre los 4 meses y los 3 años de edad, como un segundo hogar, preparado para ellos/as, con materiales naturales y nobles y donde queremos que cada niño se sienta querido, comprendido y bienvenido .. .como en casa!
El acompañamiento que ofrecemos al Teepee se basa en una pedagogía activa y una crianza respetuosa; nuestro proyecto educativo está inspirado en las metodologías elaboradas por autores como Emmi Pikler, Maria Montessori, Loris Malaguzzi y otros.
Todas estas pedagogías tienen características comunes, tales como respetar los tiempos de cada niño, dejar que sea el niño/a quien guíe el proceso de aprendizaje, según sus intereses y predisposiciones, proporcionar a a los niños las herramientas para que aprendan por ellos mismos a través del descubrimiento, fomentar la autonomía y acompañar todo este proceso de una manera respetuosa y amorosa.
Grupo pequeño y heterogéneo
Para poder dar una atención de calidad y poder responder a las necesidades de cada niño, el ratio de nuestro grupo es de 5 niños por acompañante, como máximo.
De esta manera también garantizamos que cada niño reciba una cantidad elevada de estímulos lingüísticos, elemento clave para el aprendizaje de la lengua inglesa.
El grupo es único y heterogéneo, es decir que lo forman niños de edades diferentes. El hecho de mezclar las edades aporta mucha riqueza a todo el grupo; como en una familia, los pequeños conviven con los grandes y de esta manera aprenden el cuidado por los más pequeños, el respeto hacia el otro, la empatía, el anticiparse a las necesidades del otro. Los grandes se convierten en referentes y fuente de aprendizaje para los pequeños, que les miran con los ojos llenos de admiración.
¿Porque heterogéneo?
"Los niños de edades diferentes que juegan libremente entre ellos pueden mirar hacia atrás desde donde vienen y adelante hacia dónde van".
Kristin Stoddard
el entorno y el amor por la naturaleza
El entorno natural y la realidad del pueblo forman parte del proyecto educativo; desde Teepee damos mucha importancia a los materiales que utilizamos, sobre todo naturales y ecológicos. Por este motivo, los ratos al aire libre tienen un rol relevante durante el día a día de Teepee, tanto sea en nuestro jardín como en el exterior. Aprovechando el entorno de nuestro pueblo, aproximadamente una vez a la semana salimos a explorar los espacios que nos rodean, el bosque de la Fournier, el río Congost, el barrio de Querol, el barrio De Dalt, los parques, la biblioteca, etc .
Además, el mobiliario, los objetos y los juguetes presentes en el espacio están hechos principalmente con materiales naturales (madera, ropa, mimbre, lana, etc.).
Todo el proyecto tiene un carácter ecológico, ya que damos mucha importancia a educar a los niños por el respeto del ambiente, evitamos cualquier objeto de plástico y reducimos los productos de un solo uso al máximo posible.
la importancia del movimiento libre
Al Teepee damos especial importancia al trabajo de la doctora Emmi Pikler, experta y estudiosa del movimiento de los niños durante las primeras etapas de vida. El espacio es abierto y está equipado con materiales de madera que fomentan el movimiento autónomo en todas sus variantes: reptar, gatear, ponerse de pie, desplazarse lateralmente, subir, bajar, escalar, resbalar, etc.
Respetamos profundamente los tiempos de desarrollo motor de cada niño, acompañándolos desde la empatía, la confianza y la paciencia. La doctora Pikler observó que los niños alcanzan todas las etapas del movimiento por sí solos, sin necesitar la intervención del adulto; como es de esperar, cada niño lo hace con unos tiempos diferentes.
Por lo tanto, en nuestra práctica diaria, nunca forzamos al niño a asumir posiciones que aún no ha conseguido por sí solo (estación sentada, bípede-estación, etc.). Acompañamos el proceso de cada niño con nuestra presencia, con amor y dando apoyo y ayuda cuando sea necesario. De este modo, los niños no sólo se mueven de una manera armoniosa, segura y coordinada, sino que también adquieren seguridad en sí mismos, confianza, resiliencia, tolerancia a la frustración ... toda una serie de dones que consideramos muy importantes también para enfrentarse a los retos que la vida les ofrecerá.
Si damos a los niños suficiente espacio y posibilidades de movimiento libre, se moverán de una forma tan preciosa y ligera como lo hacen los animales: sus movimientos serán ágiles, sencillos, confiados y naturales.
Emmi Pikler